¿Qué es?
El láser vaginal es un tratamiento ginecológico no quirúrgico y mínimamente invasivo que utiliza energía térmica para estimular la regeneración del tejido vaginal. Este procedimiento actúa sobre las capas internas de la mucosa vaginal, promoviendo la producción natural de colágeno y elastina, mejorando la hidratación, elasticidad y tono del canal vaginal.
En Clínica Victoria contamos con tecnología de láser ginecológico fraccionado de última generación, diseñado específicamente para tratar problemas íntimos femeninos de forma segura, eficaz y sin necesidad de cirugía.
¿Para qué sirve?
El láser vaginal está indicado para mujeres que presentan alteraciones en la salud íntima causadas por el envejecimiento, la menopausia, el parto vaginal o desequilibrios hormonales. Es una solución innovadora para múltiples síntomas ginecológicos que afectan la calidad de vida.
Entre sus principales aplicaciones se encuentran:
Sequedad vaginal y atrofia vaginal postmenopáusica.
Picor, escozor o dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).
Relajación o flacidez del canal vaginal tras partos.
Incontinencia urinaria leve de esfuerzo (pérdidas al toser, reír o hacer ejercicio).
Laxitud o pérdida de tono vaginal, que puede afectar la satisfacción sexual.
Mejorar la sensibilidad y el bienestar sexual en general.
Es una excelente alternativa para mujeres que no desean o no pueden utilizar estrógenos, ya sea por decisión personal o por contraindicaciones médicas.
¿Cómo se realiza?
El procedimiento con láser vaginal es ambulatorio, indoloro y muy rápido, lo que lo convierte en una opción cómoda y discreta para las pacientes.
- Se realiza una valoración ginecológica previa, en la que se evalúan los síntomas, el estado del tejido vaginal y se descartan contraindicaciones.
- En la sesión, la paciente se coloca en posición ginecológica, y el profesional introduce una pieza de mano láser delgada y estéril en la vagina.
- El láser emite pulsos de energía térmica que actúan en profundidad sin dañar el epitelio, estimulando la regeneración del tejido vaginal.
- La duración es de aproximadamente 15 a 20 minutos, sin necesidad de anestesia.
- Tras la sesión, la paciente puede retomar su vida normal de inmediato, siguiendo algunas recomendaciones básicas (como evitar relaciones sexuales o baños calientes durante unos días).
Generalmente se recomiendan de 2 a 3 sesiones espaciadas, según la indicación, con revisiones periódicas para mantener los beneficios a largo plazo.