¿Qué es?
El diagnóstico prenatal es el conjunto de pruebas y estudios médicos realizados durante el embarazo para evaluar la salud y el desarrollo del bebé, así como para identificar posibles anomalías genéticas o cromosómicas, malformaciones y otros problemas de salud en el feto. El objetivo de estas pruebas es ofrecer una información detallada sobre el estado del embarazo, permitiendo tomar decisiones informadas y, en algunos casos, planificar una atención médica especial para el bebé o la madre.
En Clínica Victoria, contamos con un equipo de profesionales altamente capacitados en gineco-obstetricia y genética que realizan un seguimiento integral, con las últimas tecnologías y métodos de diagnóstico prenatal no invasivos y mínimamente invasivos, garantizando la seguridad tanto para la madre como para el bebé.
En la histeroscopia diagnóstica, se evalúan alteraciones del útero que pueden estar relacionadas con sangrados anormales, infertilidad o abortos de repetición. En la histeroscopia quirúrgica, además de observar, se pueden tratar patologías como pólipos, miomas, adherencias o tabiques uterinos.
Se realiza habitualmente en consulta o quirófano, dependiendo de la complejidad del caso, y no requiere incisiones, lo que permite una recuperación más rápida y menos dolorosa.
¿Para qué sirve?
El diagnóstico prenatal tiene como objetivo proporcionar una evaluación temprana y detallada del estado de salud del bebé, identificar posibles riesgos para la madre o el feto y tomar decisiones oportunas en caso de que se detecten complicaciones. Las pruebas pueden detectar:
Trastornos genéticos y cromosómicos: como el síndrome de Down, síndrome de Edwards, síndrome de Patau y otras anomalías genéticas.
Malformaciones fetales: defectos en el desarrollo de órganos o sistemas, como el corazón, el cerebro o la columna vertebral.
Riesgos relacionados con el embarazo: como el riesgo de parto prematuro, preeclampsia o restricción del crecimiento fetal.
Anomalías en la placenta: que podrían interferir con el flujo sanguíneo hacia el bebé.
Infecciones fetales: ciertas infecciones pueden afectar al desarrollo fetal y su salud, por lo que el diagnóstico prenatal ayuda a detectarlas temprano.
Estas pruebas permiten planificar cuidados adicionales si se detectan riesgos o complicaciones y pueden ayudar a preparar a los padres para cualquier eventualidad que pueda surgir durante el embarazo o el parto.
¿Cómo se realiza?
El diagnóstico prenatal se realiza mediante una combinación de pruebas y técnicas médicas que permiten monitorear al bebé y la madre durante el embarazo. Algunas de las pruebas más comunes incluyen:
1. Ecografía Prenatal:
- Ecografía de primer trimestre: Se realiza para confirmar la viabilidad del embarazo, calcular la edad gestacional, detectar un embarazo múltiple y observar el desarrollo del bebé.
- Ecografía morfológica: A las 20 semanas de gestación, esta ecografía permite detectar malformaciones en el bebé y verificar el correcto desarrollo de los órganos.
- Ecografía Doppler: Evaluación del flujo sanguíneo fetal y placentario, útil para detectar problemas con la circulación o el crecimiento fetal.
2. Análisis de sangre materna:
- Triple screening o cuádruple screening: Estas pruebas miden los niveles de ciertas sustancias en la sangre materna para evaluar el riesgo de que el bebé tenga trastornos cromosómicos, como el síndrome de Down o el síndrome de Edwards.
- Prueba de ADN fetal libre en sangre: Una prueba no invasiva que permite detectar algunas anomalías cromosómicas en el bebé (como síndrome de Down, síndrome de Edwards y síndrome de Patau), con alta precisión.
3. Amniocentesis:
- Se realiza entre las semanas 15 y 20 del embarazo para analizar el líquido amniótico y detectar anomalías genéticas o cromosómicas. Es una prueba invasiva y se recomienda cuando los resultados de otras pruebas no invasivas sugieren un riesgo elevado de anomalías.
4. Biopsia de vellosidades coriónicas (CVS):
- Realizada entre las semanas 10 y 13 de embarazo, esta prueba toma una muestra de tejido placentario para detectar trastornos cromosómicos. Aunque es más invasiva que otras pruebas no invasivas, proporciona resultados rápidos.
5. Pruebas de detección de infecciones:
- Se realizan análisis de sangre o cultivos para detectar infecciones que puedan afectar al feto, como toxoplasmosis, rubeola o citomegalovirus (CMV).
6. Monitorización fetal:
- En ciertos casos, se puede realizar una monitorización continua de la frecuencia cardíaca fetal para evaluar la salud del bebé, especialmente si hay complicaciones o si se considera de alto riesgo.
Todas estas pruebas deben ser discutidas con los especialistas para entender sus beneficios, riesgos y la mejor opción según las circunstancias individuales del embarazo.
En Clínica Victoria, ofrecemos un enfoque personalizado para cada embarazo, con el fin de proporcionar la mayor tranquilidad y seguridad a los padres, acompañándolos a lo largo del proceso con información detallada y apoyo profesional.